“En el sector rural de la región central de India, monumentos rojos coronados con símbolos de la hoz y el martillo anuncian que se trata de territorio maoísta. Y en estos días, nadie puede olvidarlo.”
Así registra el Diario Universal de Caracas los últimos hechos sucedidos a finales del mes de enero de 2010, luego de observar la forma como se han desenvuelto los acontecimientos en las regiones rurales de la India; un país con más de 1200 millones de habitantes, azotado por las consecuencias de un sistema basado en la explotación capitalista y en la dominación imperialista, donde son saqueadas y asesinadas las cientos de comunidades, muchas de ellas comunidades trivales, que han tenido que soportar, además de los rigores del capitalismo imperialista, las inclemencias del clima que en no pocas ocasiones arrecia y les golpea, pues su situación es de desprotección total frente a fenómenos como los monzones, vientos con fuerzas devastadoras, casi siempre acompañadas con abundante lluvia.
Los acontecimientos más recientes registrados por la prensa, informan de una movilización general de masas, motivada por el aumento de las condiciones de miseria que pesan sobre los trabajadores en campos y ciudades; Reuters reporta que “La violencia estalló ayer en uno de los estados más pobres de India por el aumento en los precios de los alimentos, causando la presión para que el gobierno se centre en la inflación más que la reforma financiera.” Según las cifras oficiales, los costos de los alimentos básicos subieron en un 17.4 %, un aumento de proporciones gigantes para el pueblo y que recibió como respuesta una movilización general con bloqueos, quema de establecimientos, apedreada de trenes y enfrentamientos con la policía. La convulsionada situación en la India es otro aspecto más de la agudización de las contradicciones donde cada vez más se pone de manifiesto que el gobierno es incapaz de darle solución a los problemas básicos de las masas, y en cambio sí está preocupado por dedicar millonarias sumas de dinero a incrementar la represión y a dotar a sus fuerzas armadas de poderoso armamento para golpear a la población donde los comunistas revolucionarios han logrado dar el inicio al surgimiento de un nuevo poder, de un nuevo Estado.
Desde finales del año pasado, las fuerzas de la reacción han desplegado una escalada militar sin precedentes con fuerzas combinadas del ejército y fuerza aérea del Estado indio, bandas paramilitares y agentes del ejército de los Estados Unidos; todo con el objetivo de acabar con las fuerzas del Partido Comunista de la India (maoísta), con el Ejército Popular por él dirigido, con las organizaciones de las masas y con sus órganos de poder que gobiernan en varias zonas bajo el control armado del pueblo. Esta campaña de cerco y aniquilamiento contra el pueblo revolucionario de la India ha sido llamada “Selva Verde”.
Para ella, los reaccionarios han dispuesto de cerca de 60.000 efectivos que se han desplazado a lo que se conoce como “Corredor Rojo” una región controlada por los revolucionarios y que de hecho se ha constituido en el embrión de un nuevo tipo de Estado; allí, el pueblo ha conocido una nueva perspectiva, una nueva forma de ver el mundo y ha abierto los ojos al futuro luminoso de la revolución basada en su poder armado; una región donde han sido expulsados los representantes y funcionarios del gobierno reaccionario de la India y en su lugar se han creado Comités Populares que han iniciado la organización de una nueva sociedad. En India, se ve el nacimiento de la sociedad del futuro.
Allí, entre los pobladores, los comunistas pacientemente han ido regando la semilla de la revolución, y han sido una luz en medio de las tinieblas en que el imperialismo los ha mantenido; un nuevo poder está naciendo y hoy, éste se encuentra amenazado. Los reaccionarios han tomado la determinación de retomar el control en toda la región con por dos objetivos muy concretos: acabar con los comunistas y adueñarse de la gran cantidad de fuerza de trabajo y de las riquezas que tiene el subsuelo en la región, tales como hierro, carbón, bauxita, manganeso, corindón, oro, diamantes y uranio. Un botín muy apetecido por los grandes burgueses que hanvisto hacia esas tierras para continuar llenando sus arcas y que tras este objetivo están decididos a arrasar con la población si es necesario.
La lucha ha ido, por tanto, volviéndose más aguda; el imperialismo no está dispuesto a que luego de comprar a los renegados dirigentes prachandistas del Partido Comunista de Nepal, ahora, en el país vecino, emerja multiplicado el poder de las masas dirigidas por los comunistas. En esa misma perspectiva, los revolucionarios del mundo sabemos que el avance de la guerra popular en la India juega un papel muy importante en la correlación de fuerzas a nivel internacional; todos los obreros, los revolucionarios, los comunistas y las masas en general, deben tomar ésta como su lucha, a los combatientes revolucionarios de la India como los combatientes de la revolución mundial, comprendiendo que la Guerra en la India se ha convertido en la punta de lanza de la revolución proletaria mundial y que, por tanto, debemos desplegar un amplio trabajo en su conocimiento, difusión, defensa y aprendizaje.
Hoy, los marxistas leninistas maoístas de todo el mundo, debemos tensar las fuerzas en respaldo a la Guerra Popular que dirige el Partido Comunista de la India (maoísta), una organización que además de dirigir correctamente esta guerra, ha sido un combatiente de vanguardia contra el revisionismo prachandista; su actuación no ha sido la de guardar silencio cómplice frente a la traición en Nepal, todo lo contrario, ha sido un esclarecedor de la podredumbre prachandista, característica que lo puede llevar a jugar un papel destacado en la importante labor de reagrupar a los auténticos Marxistas Leninistas Maoístas en una nueva Conferencia Internacional que le dé continuidad a lo que recorrió el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) antes de entrar en bancarrota.
Unión Obrera Comunista(mlm), Colombia
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