martes, 5 de marzo de 2013

PCI (Maoísta): RESOLUCIÓN SOBRE LA VIOLENCIA DEL ESTADO CONTRA LAS MUJERES

[El texto que os ofrecemos a continuación procede de los documentos y resoluciones elaborados por el Partido Comunista de la India (Maoísta) con ocasión de su IX Congreso, congreso celebrado en enero y febrero de 2007 y que supuso la unidad de dos fuerzas comunistas MLM y un impulso decisivo a la Guerra Popular que con éxito avanza en la India. El texto de la resolución es muy pertinente en estos días: aborda la violencia institucional y de Estado contra las mujeres indias, de la que hemos oído hablar recientemente en la prensa burguesa. Hoy la vanguardia de la revolución mundial está integrada por miles de mujeres, las del PCI (Maoísta); su lucha debe ser el espejo de nuestra forma de entender la militancia y de cómo forjarnos como auténticos revolucionarios. ¡Gloria eterna a nuestras camaradas indias!]


Traducido por el camarada SADE para ODC



PARTIDO COMUNISTA INDIO (MAOÍSTA): IX CONGRESO




RESOLUCIÓN SOBRE LA VIOLENCIA DEL ESTADO CONTRA LAS MUJERES




El Congreso de la Unidad-IX Congreso del PCI (Maoísta) condena el número creciente de atrocidades cometidas contra las mujeres a lo largo y ancho del país, especialmente la represión y las atrocidades cometidas por las fuerzas [de seguridad] del Estado y por los grupos de paramilitares financiados por éste. Los ataques más frecuentes y brutales han sido los llevados a cabo contra las mujeres adivasis en Dandakaranya por el Salwa Judum. Tanto las fuerzas paramilitares como los grupos contrarrevolucionarios del Salwa Judum han recurrido a la violación y al asesinato de muchas mujeres, del modo más inhumano, en su campaña de aplastamiento del movimiento revolucionario y del espíritu popular. A Budri la mataron a tiros cuando se dirigía al mercado de Basaguda. A Morsa Lakke y Sukki, de la aldea de Korma, las violaron en grupo y las mataron cuando regresaban de desempeñar tareas de vigilancia y protección de la aldea. A Penta, de la aldea de Arwel, la asesinaron los matones de Salwa Judum en el campamento de Dornapal por negarse a llevar allí al resto de los aldeanos. Éstas son sólo la punta del iceberg de las atrocidades cometidas contra las mujeres adivasis de Bastar.




Por la fuerza han obligado a abandonar sus casas y aldeas a miles de personas a quienes mantienen detenidas en “campamentos de ayuda” que no son, en realidad, sino campos de concentración. Las condiciones allí son infrahumanas. Las mujeres y los niños son las principales víctimas de estas condiciones; su salud física y mental se ha visto gravemente afectada. También se practica la explotación sexual en estos campamentos. Incluso someten a explotación sexual a adolescentes adivasis reclutadas por el gobierno como miembros de las Fuerzas Especiales de Policía (SPO, en sus siglas en inglés). Lo mismo ocurre en Cachemira y en el noreste del país donde las masas [populares] luchan por su liberación nacional. A las mujeres de Manipur que luchan contra la draconiana Ley de Poderes Especiales de las Fuerzas Armadas se las ha sometido a todo tipo de atrocidades cometidas por el Ejército y Sharmila Irom, en huelga de hambre, ha sido varias veces detenida.




Para aplastar la lucha revolucionaria campesina en Midnapore Oeste, Bankura y Purulia, la policía y los matones social-fascistas del Partido Comunista Indio (Marxista) están perpetrando todo tipo de crímenes atroces contra las mujeres.




A las mujeres que trabajan en movimientos políticos, especialmente en los movimientos revolucionarios, se las está deteniendo en masa. Las cárceles de Bihar, Jharkhand, Chattisgarh, Maharashtra y Karnataka dan testimonio de ello. En Malkangiri, en Orissa, diez mujeres fueron encarceladas en septiembre de 2004 y aún no se las ha puesto en libertad. En el distrito de Koraput, el pueblo protestó contra las violaciones de mujeres de la aldea llevadas a cabo por miembros de la Fuerzade Policía de la Reserva Central [CRPF, en sus siglas en inglés] del campamento de Kalab.




En Orissa, a la camarada Shobhadi, fuente de inspiración e impulsora de un vasto movimiento de mujeres rurales en Jharkhand, Bihar y Orissa, y a las camaradas Lata y Jaya, miembros del Comité de Distrito en Andhra Pradesh, las encarcelaron bajo falsas acusaciones.




A las camaradas Chaiti Pallo, de Dandakaranya, y Lalitha, de Gondia (Maharashtra), las han condenado a cadena perpetua. Otras cumplen condena en Orissa, Bengala Occidental, Karnataka, etc. Se desconoce el paradero de varias activistas detenidas por la policía de Jharkhand. Los grupos paramilitares financiados por el Estado, como los Cobras, amenazan a las activistas en Andhra Pradesh. A las mujeres del Ejército Guerrillero de Liberación Popular [PLGA, en sus siglas en inglés] se las tortura e incluso asesina después de detenidas. En los últimos dos años más de 50 mujeres han muerto así. El caso más reciente es el asesinato a sangre fría de la camarada Karuna por las fuerzas especiales de la policía de Andhra. La policía de Andhra pisotea hasta los derechos humanos más elementales al esposar a las mujeres detenidas. Llevaron esposadas al hospital a las activistas heridas que participaron en las protestas de los pescadores de Ganganagar (Visakhapatnam).




Para aplastar el movimiento campesino contra las confiscaciones de tierras en Singur, en Bengala Occidental, los matones social-fascistas del Partido Comunista Indio (Marxista) violaron y mataron a Tapasi Malik, dirigente del movimiento. En el movimiento contra las confiscaciones de tierras en Kalinganagar ha habido mujeres muertas a tiros. En resumen, las clases dominantes y sus fuerzas armadas utilizan la violencia contra las mujeres como arma.




La violencia brahmánica contra las mujeres no cesa. La brutal violación y asesinato de Surekha y Priyanka en Khairlanjhi por fuerzas de la casta superior apoyadas por el Estado es un espantoso ejemplo de ello. Al mismo tiempo, la difusión por parte de los imperialistas de una cultura patriarcal degradada ha llevado a un alarmante aumento del acoso sexual y de las violaciones en las grandes ciudades. La inseguridad de las mujeres ha aumentado.




El Congreso de la Unidad-IX Congreso hace un llamamiento a todas las mujeres y a todos los demócratas a oponerse a la violencia de las fuerzas [de seguridad] del Estado y de los paramilitares contra las mujeres. También les exhorta a oponerse a la violencia del Salwa Judum, a los asesinatos a sangre fría en supuestos enfrentamientos y a las detenciones de activistas políticas. Además exige la liberación inmediata de la camarada Shobhadi y del resto de presos políticos revolucionarios. Este Congreso exhorta a todas las mujeres oprimidas y explotadas a levantarse contra la opresión y a unirse al movimiento revolucionario de liberación.


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