Cartel Conjunto de ODC y RC que vamos a pegar por las calles en los próximos días
[Nota de ODC: el siguiente comunicado del PCI (Maoísta) ha sido traducido también por los camaradas de GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO pero por casualidad ODC también lo habíamos traducido. Por ello publicamos nuestra versión y aclaramos que no hay ninguna intención de hacer traducciones paralelas a las de otros camaradas]
Traducido por SADE para ODC
PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)
COMITÉ CENTRAL
Comunicado de prensa
11 de junio de 2013
LAS CLASES DOMINANTES CONSPIRAN PARA LANZAR
MAYORES OFENSIVAS CONTRA EL PUEBLO USANDO COMO PRETEXTO EL ATAQUE DEL 25 DE
MAYO
¡UNIRSE, LUCHAR Y DERROTAR LA GUERRA CONTRA
EL PUEBLO!
La pandilla de gángsteres
que ha hecho del Parlamento indio su guarida está presa del pánico. Aterrorizada.
Histérica. En plena agitación. Bufando de cólera. Levantada en armas. Pidiendo
sangre a alaridos. Enseñando los colmillos. Escupiendo veneno. A fin de cuentas
el ataque de Jeeramghati el pasado 25 de mayo liquidó a uno de sus capitanes de
mayor crédito sobre el terreno. Todo resulta muy comprensible.
En realidad, al hatajo de gángsteres
y corruptos no le importa en demasía la muerte de Mahendra Karma: sabían que
era algo que entraba dentro de lo previsible toda vez que los asesinatos y el
caos provocado por el Salwa Judum, que todos ellos habían contribuido a crear o
al que azuzaban como senadores en el anfiteatro asistiendo a un combate de
gladiadores, tenía en Karma su rostro público con el apoyo de las fuerzas
armadas mercenarias y fascistas del Estado central y de los estados [federales].
Y aún tienen más miedo porque en este país en que cualquier forma de
explotación, opresión, represión y corrupción se practica con casi total
impunidad, como por costumbre, a la vista de todos y sin la menor vergüenza,
que alguien “de fuera” puede seguirle los pasos a esta pandilla de fascistas gángsteres
y corruptos y les aplique la justicia, no es cosa fácil de digerir. Es como si
al sentir de cerca el aliento de las airadas masas oprimidas, todas las medidas
de seguridad de que se rodean se hubieran desvanecido súbitamente en el aire
dejándolos completamente desnudos y vulnerables. Todo es muy explicable. Tienen
poderosas razones para estar molestos.
¿Quién sabe quién será el
próximo? Y aún más escalofriante, ¿qué es lo que les espera cuando el pueblo, harto
de las actuaciones cada vez más insoportablemente traidoras, antipopulares, antidemocráticas
y serviles de estas marionetas políticas decida considerar que ataques como el Jeeramghati
son una opción para descargar su ira y poner así fin a su habitual comportamiento
burgués comprador? Peor aún, ¿qué pasará si deciden acabar con toda la pandilla
de gángsteres echando abajo el sistema parlamentario tal como los maoístas defienden
y exhortan al pueblo a hacer? Muy preocupante, sin duda.
Y por una vez les conviene
estar preocupados. Les conviene entender que pagarán la represión neofascista
de los más pobres de entre los pobres de este país perpetrada bajo nombres como
Salwa Judum, Sendra, Shanti Yatra, Shanti Sena, Harmad Bahini, Bhairav Bahini,
TPC [“Tercer Comité Preparatorio” en sus siglas en hindi, organización
antimaoísta] u Operación Green Hunt; que pagarán la venta, una tras otra, de
las riquezas de nuestro país, venta que es como una rutina diaria de su
desayuno, comida o cena para llenar el agujero negro del vientre insaciable de
la bestia imperialista; que pagarán haber dejado sin sentido cada palabra que
da sentido a nuestra existencia como seres humanos, palabras como libertad,
independencia, soberanía, autonomía y democracia. Les conviene darse cuenta por
enésima vez (y aquí incluimos todas las veces desde los días de Espartaco) que
un pueblo al que se le aplasta continuamente de forma tan cruel no permanecerá
por siempre sometido. Por una vez les conviene estar alarmado.
Karma, una especie de
señor feudal medieval, arquitecto del Salwa Judum, saqueador, sádico, violador
y enemigo de su propia tribu; la mayoría de sus hombres de seguridad, auténtica
carne de cañón, pero movilizados, sin duda, para fomentar el caos y la muerte;
algunos líderes del Salwa Judum; y algunos de los principales dirigentes del
Partido del Congreso fueron aniquilados en el ataque del 25 de mayo. Desgraciadamente
algunas otras personas que quedaron atrapadas en el intercambio de disparos inicial
también murieron a pesar de nuestros sinceros esfuerzos por reducir al mínimo
las víctimas una vez que localizados los objetivos principales. El camarada
Gudsa Usendi, Portavoz de la unidad de Dandakaranya de nuestro Partido ya expresó
nuestras disculpas por ello. La lista de brutalidades perpetradas por Karma y
los suyos podría llenar más de un volumen. Aunque no todos, el PCI (Maoísta),
las organizaciones de masas revolucionarias y democráticas, las organizaciones
de derechos humanos y civiles, personas demócratas, periodistas y ciudadanos interesados
han documentado muchos de esos crímenes en detalle para quienes quieran
conocerlos. No hay más motivo para las diversas teorías conspirativas que
circulan en los medios de comunicación sobre las razones de este que desviar la
atención del pueblo de la verdad. Una conspiración manifiesta urdida por los grandes
medios de comunicación para ocultar la verdad sobre la brutalidad del Salwa
Judum y el papel del ejército indio, las grandes empresas, los gobiernos
central y estatales, la partidos del Congreso y el BJP y asesinos como Karma en
su creación y en su desarrollo como un monstruo devorador de hombres. Es tal su
impaciencia por deshacerse de los maoístas que no tuvieron siquiera en cuenta
que el Salwa Judum había sido ilegalizado por la Corte Suprema, su más alta
institución. Y todos ellos, incluido Jairam Ramesh [político del Partido del
Congreso] han repetido de nuevo el más absurdo y agotado de los argumentos, la
“teoría del sándwich”: que los adivasis están siendo aplastados entre las
fuerzas armadas, por un lado, y los maoístas por el otro. Si realmente creen tal
cosa, entonces, ¿por qué no exigen primero que las fuerzas armadas, con cientos
de miles de soldados desplegados por los gobiernos central y estatales, sean
retiradas de inmediato si es que están de acuerdo en que matan a adivasis? Sus
mentiras se vuelven contra ellos mismos ante el hecho de que, en los baluartes
del movimiento, la inmensa mayoría de los maoístas son adivasis. Nuestro
partido reitera que nunca trabaja contra los intereses del pueblo. Sólo las
clases dominantes y sus fuerzas reprimen al pueblo; nuestro partido responde
con las armas.
Que los enemigos del
pueblo se enfrenten a la verdad, a la verdad desnuda, simple y clara. Nuestro Partido
y el EGLP defienden el derecho del pueblo a defenderse de los opresores y de los
saqueadores: el 25 de mayo nuestros valientes guerrilleros del EGLP, que dirige
al pueblo desde la primera línea, eliminaron a uno de los archienemigos del
pueblo revolucionario de la India –en especial del pueblo de Dandakaranya y aún
más concretamente del pueblo de Bastar- así como a unos cuantos enemigos más del
pueblo en una acción que se encuadra en la resistencia, más amplia, frente a la
explotación y el saqueo de los grandes terratenientes y las multinacionales. Y
aprovechamos la ocasión para declarar una vez más, alto y claro, que nuestro EGLP
seguirá defendiendo al pueblo y su derecho a defenderse, y que lo seguirá
dirigiendo desde la primera línea mientras las fuerzas gubernamentales, las
bandas parapoliciales sufragadas por el estado y los enemigos de clase prosigan
su “Guerra contra el Pueblo”. Porque los oprimidos nada tienen sin el Ejército
Popular.
Esto es todo por lo que se
refiere al ataque del 25 de mayo. Pero sobre lo que realmente queremos llamar
la atención del pueblo es sobre el sorprendente hecho de que la democracia salga
a colación tan sólo cuando suceden ataques de este tipo. ¿No es sumamente
extraño que la democracia sea la más rara de entre las raras mercancías
disponibles en la Plaza del Mercado del Parlamento y que sólo salga a la venta
cuando las masas trabajadoras producen un Bhagat Singh [Político socialista e
independentista indio asesinado por el colonialismo inglés en 1931 con apenas
23 años] en algún lejano rincón de nuestro país? De hecho, a nosotros, los
maoístas, nos molesta ver que sólo aparecemos en los titulares por incidentes
como éste. Para variar, ¿por qué no nos fijamos en lo que sucede un día tras
otro en nuestra vida cotidiana y convertimos la democracia o el maoísmo en tema
de relevancia diaria?
Fiel a su carácter
socialfascista el Politburó del PCI (Marxista) exigió “una acción firme” para acabar
con “la furia depredadora de los maoístas” e instaba a “todas las fuerzas
democráticas a combatir la política de la violencia de los maoístas”; el resto
de los principales partidos políticos, desde el Partido del Congreso y el BJP
hasta el SP [Samajwadi Party, Partido Socialista, en hindi] y JD (U) [Janata
Dal (United)], se deshicieron en condenas de este ataque sin mencionar una sola
palabra sobre sus motivos reales. Los grandes medios empresariales de
comunicación, más que cualquier otra institución de las llamadas democráticas,
se dedicaron a mentir en el mejor de los casos y a pedir a gritos sangre
maoísta como sinvergüenzas lamebotas que son. La reunión sobre seguridad
interna con los Ministros Principales y la posterior reunión de todos los
partidos, celebradas ambas tras el incidente del 25 de mayo lo describieron como
un “ataque directo contra la democracia y la libertad”. Los Ministros
Principales declararon unánimemente: “Rechazamos de plano la ideología de los
maoístas. Quieren derrocar la democracia parlamentaria y la Constitución de la
India por medios violentos... situación a la que debemos resistirnos con todas
nuestras fuerzas”. Decidieron “utilizar todos los medios legítimos a su alcance”
para contrarrestar las actividades del PCI (Maoísta) y ladraron que ni lo
tolerarán ni llegarán a compromisos con él.
“Hacemos un llamamiento a
los jóvenes de los estados afectados para que abandonen la violencia y persigan
sus objetivos por medios legítimos y democráticos. Que tengan por seguro que somos
sensibles a sus preocupaciones y que haremos todo lo posible para incorporarlos
a la vida social y política general”, añadía la resolución. El mismo parecer se
expresó en la reunión de todos los partidos.
¿Democracia? ¿Libertad? ¿De
quién y para qué? Convendría preguntar a las mujeres que han sido violadas
individualmente o en grupo y/o asesinadas y a los niños que han sido testigos y
son, incluso, víctimas de atrocidades y matanzas cometidas contra sus familias
y aldeas por bandas parapoliciales como el Salwa Judum y las fuerzas armadas,
qué significan esas palabras vacías. La única democracia que vemos es la
democracia de los saqueadores que entregan las riquezas de nuestro país a los
imperialistas a precio de saldo y reclaman su parte de lo que queda. La única
libertad que vemos es la de las fuerzas armadas para saquear, destruir, violar,
masacrar y desplazar por la fuerza a las masas oprimidas en interés de los
imperialistas, la burguesía burocrática compradora y los grandes latifundistas.
El Parlamento de la India es una de las instituciones más podridas del mundo,
que permite y facilita toda esta situación en nombre de “la democracia y la libertad”.
Por lo tanto, ¿qué hay de malo en querer echar abajo una institución que en
estos últimos 60 años ha conducido al pueblo de nuestro país a un oscuro túnel
sin más salida que destruirla? ¿Qué hay de malo en llamar al pueblo a que así
lo haga? ¿No han enseñado ustedes en las escuelas que la democracia es del
pueblo, por el pueblo y para el pueblo? Entonces, ¿es que no tiene derecho el
pueblo a rechazar al Parlamento o incluso a derribarlo cuando éste existe y
funciona precisamente para perjudicar los intereses de aquél? Olvídense de
ataques como el de Tadimetla o Jeeramghati. Son tácticos y parte inevitable de la resistencia del
pueblo cuando se despliega a cientos de miles de soldados armados hasta los
dientes con equipos modernos para reprimirlo, tal como hemos señalado anteriormente.
No reduzcan nuestra línea y práctica políticas a este tipo de ataques. El PCI (Maoísta)
es un partido político con una ideología científica clara –el
Marxismo-Leninismo-Maoísmo-, una línea política y un programa político que
conducirán al establecimiento de una democracia auténtica para el pueblo de
nuestro país. Quienesquiera hablen o escriban sobre los maoístas deberían
primero enterarse bien de quiénes son antes de etiquetarlos con apelativos
diversos como terroristas, extremistas de izquierdas, etc.
En pocas palabras el PCI
(Maoísta) afirma que la India es un país semicolonial y semifeudal; los
objetivos de nuestra revolución son el imperialismo, el capitalismo burocrático
comprador y el feudalismo, que explotan y oprimen al pueblo de nuestro país y que
serán destruidos por medio de la Revolución de Nueva Democracia (NDR) con el
fin de establecer la República Federal Democrática y Popular. La contradicción
entre el feudalismo y las amplias masas es la contradicción principal en la
actualidad. Durante el proceso de resolución de esta contradicción por medio de
la revolución armada campesina, que es el eje de la Revolución de Nueva Democracia,
es decir, [por medio de] la Guerra Popular Prolongada, se avanzará en la
resolución de otras contradicciones. El carácter semicolonial y semifeudal de
la sociedad india determina que la revolución india tenga que atravesar por dos
etapas. La tarea de la primera etapa es transformar la sociedad semicolonial y semifeudal
en una sociedad independiente de nueva democracia gracias a la resolución de
las dos contradicciones fundamentales de la sociedad india actual, a saber, la
contradicción del pueblo indio con el imperialismo y la contradicción de las
amplias masas con el feudalismo. A su vez, acto seguido, la tarea de la segunda
etapa será establecer el sistema socialista y continuar la revolución avanzando
hacia el comunismo a escala mundial. Este Estado de Nueva Democracia estará
organizado como dictadura democrática popular ejercida por el Frente Unido,
integrado por el proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía y la
burguesía nacional bajo la dirección del proletariado sobre la base de la
Alianza obrero-campesina. El Estado garantizará la democracia real para la más
amplia mayoría del pueblo mientras ejerce la dictadura sobre la exigua minoría
de los explotadores. Con esta Revolución de Nueva Democracia llegará la
independencia nacional que desarraigará la esclavitud, la explotación y el
control imperialista y establecerá la democracia popular acabando con la autocracia feudal.
Los trabajadores,
campesinos y pobres de las ciudades, que forman la inmensa mayoría de la
población de nuestro país, viven en la pobreza absoluta como víctimas del
hambre, la enfermedad, y la inhumana explotación y opresión imperialista y feudal;
la Revolución de Nueva Democracia les liberará de todas estas lacras. La
Revolución de Nueva Democracia extirpará el inhumano sistema de castas
brahmánico, jerárquico y feudal que ha mantenido a decenas de millones de dalits
[“intocables”, en hindi] y a otras castas oprimidas sometidos a la represión desde
hace siglos; asimismo extirpará el sistema social patriarcal, tanto el feudal como
el imperialista, que ha venido explotando y oprimiendo a mitad de la población,
es decir, a las mujeres. La Revolución de Nueva Democracia destruirá la
dominación chovinista hindú que ha reprimido a las minorías religiosas de
nuestro país, en especial a musulmanes y cristianos. La inmensa mayoría de los adivasis
se ha visto privada hace tiempo de sus tierras y de otros medios de subsistencia
tradicionales sin que se les ofreciera alternativa alguna: ellos han sido las
principales víctimas del “desarrollo” y el “desplazamiento”. En la sociedad de
Nueva Democracia vivirán una vida digna, libre e independiente. Hoy en día, la
India es una prisión de nacionalidades. El Estado de Nueva Democracia reconocerá
inequívocamente el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades,
incluyendo el derecho a la secesión: la India de Nueva Democracia estará formada
sólo por aquellos estados que decidan permanecer voluntariamente dentro de
ella. La cultura putrefacta, en descomposición, antidemocrática, antipopular,
detestable, semicolonial y semifeudal que domina todas las esferas de nuestra
vida será destruida. La aversión al trabajo, el patriarcado, la superstición, la
autocracia, la esclavitud imperialista, el chovinismo nacional, el comunalismo,
el sistema de castas, la codicia ciega, el egocentrismo, la cultura consumista
y esa cultura e ideología pervertidas que giran alrededor del sexo serán
liquidados. La cultura feudal, que es más que nada la cultura brahmánica del
sistema de castas que inculca la idea de superioridad [de unas sobre otras], se
extinguirá.
Este Estado hará todo lo
posible por resolver pacífica y equitativamente las disputas de fronteras, agua,
etc. que pudiera tener con países vecinos; asimismo, desarrollará relaciones
amistosas con ellos. Este Estado no ejercerá jamás comportamiento expansionista
alguno con los países vecinos. Este Estado Democrático y Popular establecerá la
unidad con el proletariado internacional y las naciones oprimidas del mundo; se
opondrá a la guerra y a la agresión imperialistas, a la intimidación,
subversión, injerencia, etc. Apoyará y ayudará por todos los medios a las
luchas revolucionarias y guerras revolucionarias, en especial a las lucha en
curso bajo la dirección de fuerzas revolucionarias maoístas en contra del
capitalismo, el imperialismo y la reacción en cualquier parte del mundo.
En el Programa del Partido
del PCI (maoísta) se expone con claridad un sucinto programa de 25 puntos sobre
la República Federal Democrática y Popular o Estado de Nueva Democracia para quienquiera
que se tome la molestia de estudiarlo. Que los debates sobre los maoístas se centren en él.
Las clases dominantes llaman
a los jóvenes a abandonar la violencia y perseguir sus objetivos por medios
legítimos y democráticos. ¿Vale con eso? ¿No es de sentido común que para emplear
“medios legítimos y democráticos” deba haber al menos algo parecido a la
democracia? Se prohíben organizaciones/sindicatos obreros, organizaciones
campesinas y de los trabajadores agrícolas, organizaciones de mujeres,
organizaciones culturales, organizaciones estudiantiles y juveniles y hasta organizaciones
infantiles. Se silencian las voces de escritores, artistas culturales,
demócratas, intelectuales y sus organizaciones. Cada día que pasa se reducen los
derechos fundamentales. Se promulgan leyes draconianas o se actualizan siguiendo
los pasos de los colonialistas con infalible regularidad y paralelamente a la intensificación
de las medidas represivas. Los tribunales se ponen del lado de los gángsteres y
los corruptos, de los políticos traidores, de los defraudadores y los criminales,
mientras se arroja en cárceles a activistas políticos y sociales, a inocentes a
quienes se mutila con torturas y se condena a muerte. Esto es lo que padece la
juventud de nuestro querido país, una juventud con un enorme potencial para el
desarrollo y transformación de nuestro país en un auténtico estado democrático,
independiente, soberano y próspero. Los cientos de miles de jóvenes que han
sido asesinados a sangre fría por las fuerzas de seguridad indias en Cachemira,
en el Noreste y en las vastas zonas rurales de Andhra Pradesh, en Dandakaranya,
Bihar- Jharkhand, Orissa, Bengala Occidental, Maharashtra, Uttar Pradesh, Karnataka,
Assam, Madhya Pradesh y en otras áreas del movimiento revolucionario son la
flor y nata de la India actual, llenos de ideas y deseos de acción creativos e
independientes; ellos son los jóvenes que están creando o uniéndose a las
organizaciones y partidos democráticos, de liberación nacional y revolucionarios
que preparan un futuro mejor para nuestra querida patria. El hecho evidente es
que los jóvenes se han levantado en armas, tarea histórica de las masas
oprimidas para dar forma a su propio futuro con sus propias manos, confiando en
sus propias fuerzas y en su propio pueblo, sólo después de decenios de fracasos
repetidos y frustrantes reflejados en la respuesta del estado indio al uso de “medios
legítimos y democráticos” para conseguir los derechos y demandas que les
corresponden. Llamarles al abandono de las armas y a trocarlas por “medios
legítimos y democráticos” es no sólo poner las cosas del revés sino también una
broma cruel. Los jóvenes no han tomado las armas porque les apetezca o en una
situación de abundancia de medios legítimos y democráticos o porque no estimen
la democracia. Es todo lo contrario. Están tomando las armas porque quieren una
democracia de verdad. Nuestra Revolución de Nueva Democracia promete exactamente
eso; la Revolución de Nueva Democracia es exactamente lo contrario de la pseudodemocracia
actual.
El gobierno, que no
mencionó siquiera preocupaciones básicas del pueblo como la tierra, la educación,
la salud, etc. en la reunión de los Ministros Principales y en la de los
partidos, anuncia ahora programas de formación para capacitar a miles de
jóvenes, en especial adivasis y mujeres, y promete empleo a, por lo menos, la
mitad de los que sigan dichos programas. Estas medidas entran en el paquete del
“desarrollo” (el otro es el paquete de la “represión”, el paquete de la muerte
y la miseria con el que los jóvenes están en realidad bastante más
familiarizados). Les quitáis la tierra de debajo de sus pies, los desplazáis de
los lugares en que llevan morando desde hace siglos, les aisláis de sus medios
tradicionales de vida en los bosques y tierras y, entonces, les dais a unos cuantos
miles de ellos formación que no les hace realmente autosuficientes y falsas
promesas de trabajo para un número de personas aún menor. ¡Qué concepto tan
enrevesado de desarrollo! Trabajos mal pagados para un pequeño grupo que aún
así no serían suficientes para satisfacer las necesidades básicas mínimas de
una familia. Aun con acceso a todos los medios tradicionales de subsistencia disponibles,
la vida en un bosque talado y la devaluación de la rupia empeoran la situación.
La osadía con que las clases dirigentes declaran que “son sensibles a las
preocupaciones de la juventud” es de un increíble cinismo. Todas sus
preocupaciones no son más que una farsa frente a la realidad esencial: la
galopante tasa de desempleo y subempleo. Si son realmente sensibles, entonces,
¿por qué no se aplican el PESA [“Panchayat Extension to Scheduled Areas”, ley
de 1996 que da autonomía de gestión sobre sus recursos naturales a las
colectividades locales], los programas 5º y 6º y el FRA [“Forest Rights Act”,
Ley de Derechos Forestales] que aprobó el Parlamento indio y son “una auténtica
preocupación de la juventud”? No cabe la menor duda de que todo esto es parte
de la guerra psicológica contra el Partido Maoísta para apartar a los jóvenes
de él.
Mientras el Primer Ministro,
en la reunión de los Ministros Principales, dijo que gobierno estaba dispuesto
a hablar con todos “grupos extremistas” en el marco de la Constitución, el
Ministro del Interior, RK Singh, dijo que ¡no habría conversaciones con los
maoístas después del incidente del 25 de mayo! ¿Quién decidirá esas políticas? En
todo caso, nuestro partido ya ha expresado en el pasado, con toda claridad y en
diversas ocasiones cuál es nuestra posición sobre las conversaciones con el
gobierno. Queremos llamar la atención de quienes –entre el pueblo y los
demócratas- abogan por celebrar conversaciones con el gobierno o llegar a un
alto el fuego sobre el trasfondo de este tipo de ofertas; les instamos a juzgar
por sí mismos la sinceridad de estas ofertas: no pasa un solo día en que no se
produzca alguna operación de las fuerzas armadas en las áreas del movimiento
maoísta en la que no maten, destruyan, torturen y violen. Además, varios de
nuestros principales dirigentes languidecen en cárceles en condiciones
infrahumanas desde hace muchos años negándoseles necesidades básicas y fianzas.
Volviendo al contexto
actual, las clases dominantes indias ya habían iniciado una serie de preparativos
sin precedentes para llevar a cabo otra gran ofensiva con la que intentar acabar
con los maoístas pero ahora están tratando de utilizar el incidente del 25 de
mayo como pretexto para ello. Las próximas elecciones son otra poderosa razón que
se esconde tras esta intensificación y ampliación de la Operación Green Hunt. Es
ya un hecho bien documentado y constatado que todos estos operativos se
emprenden para poner en práctica por la fuerza diversos Memorandos de Entendimiento
en el sector de la minería así como otros proyectos de “desarrollo” en zonas adivasis.
Hacemos un llamamiento a todo el mundo a estar alerta ante estas maniobras y a
no caer en la trampa de pensar que incidentes como el del 25 de mayo provocan
una mayor represión. De hecho, masacres anteriores en el tiempo como la de Edesmeta,
acaecida el 17 de mayo, en la que ocho adivasis, incluidos tres niños, fueron
asesinados por las fuerzas armadas, forman parte de esa Guerra contra el Pueblo
ya intensificada. Junto con las masacres, la nueva ofensiva incluirá
principalmente ataques aéreos, es decir, la implicación directa de múltiples unidades
de helicópteros de la Fuerza Aérea India y también drones no tripulados. El ministro
de Defensa dijo que el Ejército de Tierra no será desplegado pero la realidad es
que las operaciones encubiertas del ejército ya habían aumentado de modo
considerable antes y también después del ataque del 25 de mayo. Están en pie de
guerra, como si fueran a invadir otro país. Las gentes de Edesmeta, tras la
masacre del 17 de mayo, lo decían de modo conmovedor: “Quieren acabar con
nosotros los adivasis”.
En esta ocasión, hacemos una
vez más un llamamiento a quienes, por miedo a ser completamente aniquilados,
están huyendo de sus aldeas tras masacres fascistas como las de Sarkinguda,
Edesmeta, etc. a que no lo hagan, a permanecer unidos bajo la dirección de los Krantikari
Janatana Sarkars para responder con las armas a la ofensiva del Estado indio.
El Partido y el EGLP nos comprometemos a defenderos, a vosotros y a vuestros derechos,
con nuestras propias vidas.
Hacemos un llamamiento a
los obreros, campesinos, estudiantes, jóvenes, intelectuales, demócratas,
mujeres, dalits, adivasis, nacionalidades oprimidas y minorías religiosas, y a
todas las organizaciones de estas clases, comunidades y sectores, es decir, a
las amplias masas de nuestro país, para que estén alerta ante los pérfidos
designios de las clases dominantes, esos archilacayos de los imperialistas, en
especial de los imperialistas de EEUU, que se están uniendo de nuevo para
llevar a cabo otra gran ofensiva en el marco más amplio de la cruel, inhumana y
fascista “Guerra contra el Pueblo”. ¡Unámonos todos en una poderosa fuerza de
combate lo más amplia posible, desconocida por sus dimensiones para el enemigo,
para luchar en su contra y derrotar esta guerra injusta de aniquilación! Sólo
de esta manera podemos marchar hacia el fin del peligro, siempre amenazador,
del terrorismo de estado y lograr una democracia auténtica y una auténtica
libertad y también salvaguardar a nuestra juventud, el más valioso tesoro para
el futuro de nuestro país.
Abhay
Portavoz,
Comité Central,
PCI (Maoísta)
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