Traducido por ODIO DE CLASE de:
http://www.bannedthought.net/India/CPI-Maoist-Docs/Founding/MLM-pamphlet.pdf
COMITÉ CENTRAL (P)
PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)
Algunas de las mayores contribuciones de Lenin lo fueron en materia de economía política. Aunque Marx y Engels desvelaron los diversos aspectos del capitalismo en su fase de libre competencia y señalaron sus tendencias y futura dirección, no les fue posible analizar el imperialismo, fase superior del capitalismo que aún estaba, sin embargo, por desarrollarse. Lenin desarrolló aún más la economía política Marxista y analizó las esencias económica y política del imperialismo.
En su brillante análisis del imperialismo, que es una gran contribución a la teoría del Marxismo, el camarada Lenin explicó científicamente la transformación del capitalismo desde la etapa premonopolista a la etapa monopolista y cómo esta fase superior del capitalismo produjo la guerra y la revolución. Señaló que la guerra imperialista es una continuación de la política imperialista. Los imperialistas, debido a su insaciable voracidad y competición por los mercados mundiales, las fuentes de materias primas y los sectores para la inversión, y debido a su lucha por el reparto del mundo, desencadenan guerras mundiales. Por ello, mientras el imperialismo exista en el mundo, seguirán existiendo la causa y la posibilidad de guerra. Fue Lenin quien puso en evidencia el mito de la democracia y mostró cómo “en el aspecto político, el imperialismo es, en general, una tendencia a la violencia y la reacción.” (El imperialismo, fase superior del capitalismo).
Lenin afirmó que el imperialismo es capitalismo monopolista, parasitario o en descomposición, moribundo, la última y superior etapa en el desarrollo del capitalismo y, por lo tanto, la antesala de la revolución proletaria.
Otra contribución fundamental de Lenin fue en relación con la destrucción de la estructura del Estado de las clases explotadoras y el establecimiento de la dictadura del proletariado. Lenin explicó cómo el Estado es un instrumento de opresión de una clase por otra y cómo el Estado de los explotadores sólo puede ser destruido por medio de la violencia revolucionaria. Lenin señaló repetidamente que la revolución proletaria debe destruir la máquina estatal burguesa y reemplazarla por la dictadura del proletariado.
Extrayendo las lecciones de las experiencias de la Comuna de París y de la Revolución rusa, descubrió que la forma soviética de gobierno era la mejor forma de la dictadura del proletariado; definió la dictadura del proletariado como una forma especial de la alianza de clases entre el proletariado y las masas explotadas de las clases no proletarias, en especial el campesinado, bajo la dirección de la clase obrera; y explicó cómo la dictadura del proletariado es el modelo superior de democracia, la forma de democracia proletaria, que expresa los intereses de la mayoría de las masas. Lenin señaló que la dictadura del proletariado es una lucha persistente –cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, educativa y administrativa- contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad que implica una dictadura omnímoda sobre la burguesía. La importancia de la dictadura del proletariado en el pensamiento de Lenin se puede calibrar a partir de su famosa observación: “Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado.” (El Estado y la Revolución).
Lenin también advirtió del peligro de la restauración del capitalismo si la clase obrera no transforma por completo la pequeña producción mercantil. Lenin dijo: “La pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa.” (La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo) Por esta razón, Lenin consideró que la dictadura del proletariado es esencial para parar el surgimiento de la nueva burguesía. Además, sobre la base de la ley del desarrollo económico y político desigual del capitalismo, Lenin llegó a la conclusión de que, como el capitalismo se desarrollaba de modo extremadamente desigual en los diferentes países, el socialismo triunfaría primero en uno o varios países pero no de manera simultánea en todos. Por lo tanto, a pesar de la victoria del socialismo en uno o varios países, siguen existiendo países capitalistas, lo que da lugar a actividades subversivas imperialistas contra los estados socialistas. De este modo, la lucha será prolongada. Este aspecto fue muy lúcidamente resaltado por el PCCh en su famosa carta de 14 de junio de 1963:
“Después de la Revolución de Octubre, Lenin señaló en repetidas ocasiones:
a) Los explotadores derrocados tratan siempre, y en mil formas, de recobrar el "paraíso" que les ha sido arrebatado.
b) En la atmósfera pequeñoburguesa, se engendran constantemente, por un proceso espontáneo, nuevos elementos capitalistas.
c) Debido a la influencia burguesa, así como al cerco y la actividad corruptora del ambiente pequeñoburgués, también pueden surgir elementos degenerados, o nuevos burgueses, en las filas de la clase obrera y entre los funcionarios de las instituciones del Estado.
d) El cerco capitalista internacional, la amenaza de intervención armada y las intrigas de descomposición pacífica por parte del imperialismo, constituyen las condiciones exteriores de la continuación de la lucha de clases en los países socialistas.”
Esta tesis de Lenin de que la lucha entre socialismo y capitalismo abarcará toda una época histórica es una contribución importantísima a la teoría de la construcción del socialismo y el comunismo.
En la concepción y práctica de la construcción del Partido, Lenin dio un paso totalmente innovador que constituye una gran aportación al arsenal del Marxismo. Lenin consideró de importancia primordial que el proletariado estableciera su propio partido político auténticamente revolucionario, un partido que rompa por completo con el oportunismo, es decir, un Partido Comunista que lleve a cabo la revolución proletaria y establezca y consolide la dictadura del proletariado. Con la brillantez que le caracterizaba, resumió la necesidad del partido en su famosa frase “El proletariado no dispone, en su lucha por el Poder, de más arma que la organización”. (Un paso adelante, dos pasos atrás) Lenin sostuvo que el partido es la forma superior de organización de clase y dirige al resto de las organizaciones de masas, que sólo el Partido proletario puede realizar la dictadura del proletariado y que el Partido debe estar integrado por un núcleo estable de revolucionarios profesionales con una amplia red de militantes. Este partido político debe identificarse con las masas y dar gran importancia a su iniciativa creativa en la realización de la historia; debe mantener un vínculo estrecho con las masas tanto en la revolución como en la construcción del Socialismo y el Comunismo.
La interpretación Leninista de la cuestión nacional se sitúa a un nivel cualitativamente superior. Lenin se enfrentó tanto al chovinismo de la nación opresora como al nacionalismo estrecho de la nación oprimida y trazó la política correcta del Partido del proletariado sobre la cuestión nacional, a saber, la completa igualdad de derechos de todas las naciones y el derecho de las naciones a la libre determinación, incluido el derecho de cada nación a la secesión y a la unión con otra u otras. Mostró cómo la cuestión nacional y colonial es parte integrante de la revolución proletaria mundial y cómo sólo puede resolverse mediante la eliminación completa del imperialismo en todo el mundo. De acuerdo con la Tesis Nacional y Colonial del camarada Lenin, los movimientos revolucionarios proletarios en los países capitalistas deben aliarse con los movimientos de liberación nacional en las colonias y países dependientes; esta alianza puede destruir la alianza de los imperialistas con las fuerzas reaccionarias feudales y compradoras en las colonias y en todos los países dependientes y, por lo tanto, inevitablemente pondrá punto final al sistema imperialista en todo el mundo.
Lenin desarrolló creativamente las ideas de Marx y Engels sobre una alianza de la clase obrera y el campesinado hasta elevarlas a la categoría de doctrina integral. Al tiempo que refutaba la línea de los mencheviques como Plejanov que defendían que el proletariado debía desempeñar sólo el papel de oposición de extrema izquierda y dejar el papel dirigente de la revolución democrático-burguesa en Rusia a la burguesía, y que los campesinos debían quedar bajo la tutela de esta última, Lenin formuló los planes estratégicos para ambas etapas de la revolución en Rusia del siguiente modo: “El proletariado debe llevar a término la revolución democrática, atrayéndose a la masa de los campesinos, para aplastar por la fuerza la resistencia de la autocracia y paralizar la inestabilidad de la burguesía. El proletariado debe llevar a cabo la revolución socialista, atrayéndose a la masa de los elementos semiproletarios de la población, para destrozar por la fuerza la resistencia de la burguesía y paralizar la inestabilidad de los campesinos y de la pequeña burguesía.” (Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática).
En su análisis de las condiciones internacionales e internas de Rusia en la era del imperialismo, Lenin desarrolló, de esta manera, una teoría completamente nueva de las dos etapas de la revolución –la democrático-burguesa y la socialista-proletaria-, ambas indivisibles y dirigidas necesariamente por el proletariado.
El Leninismo se desarrolló en medio de una lucha implacable contra las distintas tendencias del oportunismo, tales como los revisionistas bernsteinianos, los narodniks, los economicistas, los mencheviques, los marxistas legales, los liquidacionistas, los kautskistas, los trotskistas, etc.. Lenin elaboró la táctica asumiendo el Marxismo no como un dogma sino como una guía para la acción. La deslumbrante claridad de las consignas tácticas y la sorprendente audacia de los planes revolucionarios de Lenin triunfaron sobre todas las fuerzas de izquierda en la Segunda Internacional y pusieron a las masas revolucionarias del lado de los bolcheviques.
Lenin consideró a los revisionistas como agentes del imperialismo emboscados entre las filas del movimiento obrero y dijo: “…la lucha contra el imperialismo, si no se halla ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo, es una frase vacía y falsa.” (El imperialismo, fase superior del capitalismo).
Tras el colapso de la Segunda Internacional durante la Primera Guerra Mundial debido a la traición de la mayoría de los partidos socialdemócratas, que aplicaron una política nacional chauvinista de “Defensa de la patria”, el camarada Lenin organizó la Tercera Internacional tan pronto como concluyó la guerra e hizo de ella un poderoso instrumento del proletariado internacional en su lucha contra el imperialismo.
Mientras el Marxismo es la doctrina de la época del desarrollo relativamente pacífico del capitalismo, el Leninismo es la doctrina de la era del imperialismo y de la revolución proletaria.
En su descripción de las condiciones en que surgió el Leninismo, el camarada Stalin dijo: “El leninismo se desarrolló y se formó bajo el imperialismo, cuando las contradicciones del capitalismo habían llegado ya a su grado extremo, cuando la revolución proletaria se había convertido ya en una cuestión de la actividad práctica inmediata, cuando el antiguo periodo de preparación de la clase obrera para la revolución había llegado a su tope, cediendo lugar a un nuevo periodo, al periodo de asalto directo del capitalismo.” Y que “el leninismo es la teoría y la táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la dictadura del proletariado en particular.” (Los fundamentos del Leninismo)
Las enseñanzas de Lenin sobre el imperialismo, sobre la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, sobre la guerra y la paz y sobre la construcción del socialismo y el comunismo conservan todavía su plena vitalidad. La ciencia del Marxismo dio, de este modo, un salto cualitativo a la segunda y superior etapa del Marxismo-Leninismo en el curso de la revolución proletaria y la lucha contra los oportunistas de la Segunda Internacional en la etapa imperialista del capitalismo.
En su brillante análisis del imperialismo, que es una gran contribución a la teoría del Marxismo, el camarada Lenin explicó científicamente la transformación del capitalismo desde la etapa premonopolista a la etapa monopolista y cómo esta fase superior del capitalismo produjo la guerra y la revolución. Señaló que la guerra imperialista es una continuación de la política imperialista. Los imperialistas, debido a su insaciable voracidad y competición por los mercados mundiales, las fuentes de materias primas y los sectores para la inversión, y debido a su lucha por el reparto del mundo, desencadenan guerras mundiales. Por ello, mientras el imperialismo exista en el mundo, seguirán existiendo la causa y la posibilidad de guerra. Fue Lenin quien puso en evidencia el mito de la democracia y mostró cómo “en el aspecto político, el imperialismo es, en general, una tendencia a la violencia y la reacción.” (El imperialismo, fase superior del capitalismo).
Lenin afirmó que el imperialismo es capitalismo monopolista, parasitario o en descomposición, moribundo, la última y superior etapa en el desarrollo del capitalismo y, por lo tanto, la antesala de la revolución proletaria.
Otra contribución fundamental de Lenin fue en relación con la destrucción de la estructura del Estado de las clases explotadoras y el establecimiento de la dictadura del proletariado. Lenin explicó cómo el Estado es un instrumento de opresión de una clase por otra y cómo el Estado de los explotadores sólo puede ser destruido por medio de la violencia revolucionaria. Lenin señaló repetidamente que la revolución proletaria debe destruir la máquina estatal burguesa y reemplazarla por la dictadura del proletariado.
Extrayendo las lecciones de las experiencias de la Comuna de París y de la Revolución rusa, descubrió que la forma soviética de gobierno era la mejor forma de la dictadura del proletariado; definió la dictadura del proletariado como una forma especial de la alianza de clases entre el proletariado y las masas explotadas de las clases no proletarias, en especial el campesinado, bajo la dirección de la clase obrera; y explicó cómo la dictadura del proletariado es el modelo superior de democracia, la forma de democracia proletaria, que expresa los intereses de la mayoría de las masas. Lenin señaló que la dictadura del proletariado es una lucha persistente –cruenta e incruenta, violenta y pacífica, militar y económica, educativa y administrativa- contra las fuerzas y las tradiciones de la vieja sociedad que implica una dictadura omnímoda sobre la burguesía. La importancia de la dictadura del proletariado en el pensamiento de Lenin se puede calibrar a partir de su famosa observación: “Marxista sólo es el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado.” (El Estado y la Revolución).
Lenin también advirtió del peligro de la restauración del capitalismo si la clase obrera no transforma por completo la pequeña producción mercantil. Lenin dijo: “La pequeña producción engendra capitalismo y burguesía constantemente, cada día, cada hora, de modo espontáneo y en masa.” (La enfermedad infantil del 'izquierdismo' en el comunismo) Por esta razón, Lenin consideró que la dictadura del proletariado es esencial para parar el surgimiento de la nueva burguesía. Además, sobre la base de la ley del desarrollo económico y político desigual del capitalismo, Lenin llegó a la conclusión de que, como el capitalismo se desarrollaba de modo extremadamente desigual en los diferentes países, el socialismo triunfaría primero en uno o varios países pero no de manera simultánea en todos. Por lo tanto, a pesar de la victoria del socialismo en uno o varios países, siguen existiendo países capitalistas, lo que da lugar a actividades subversivas imperialistas contra los estados socialistas. De este modo, la lucha será prolongada. Este aspecto fue muy lúcidamente resaltado por el PCCh en su famosa carta de 14 de junio de 1963:
“Después de la Revolución de Octubre, Lenin señaló en repetidas ocasiones:
a) Los explotadores derrocados tratan siempre, y en mil formas, de recobrar el "paraíso" que les ha sido arrebatado.
b) En la atmósfera pequeñoburguesa, se engendran constantemente, por un proceso espontáneo, nuevos elementos capitalistas.
c) Debido a la influencia burguesa, así como al cerco y la actividad corruptora del ambiente pequeñoburgués, también pueden surgir elementos degenerados, o nuevos burgueses, en las filas de la clase obrera y entre los funcionarios de las instituciones del Estado.
d) El cerco capitalista internacional, la amenaza de intervención armada y las intrigas de descomposición pacífica por parte del imperialismo, constituyen las condiciones exteriores de la continuación de la lucha de clases en los países socialistas.”
Esta tesis de Lenin de que la lucha entre socialismo y capitalismo abarcará toda una época histórica es una contribución importantísima a la teoría de la construcción del socialismo y el comunismo.
En la concepción y práctica de la construcción del Partido, Lenin dio un paso totalmente innovador que constituye una gran aportación al arsenal del Marxismo. Lenin consideró de importancia primordial que el proletariado estableciera su propio partido político auténticamente revolucionario, un partido que rompa por completo con el oportunismo, es decir, un Partido Comunista que lleve a cabo la revolución proletaria y establezca y consolide la dictadura del proletariado. Con la brillantez que le caracterizaba, resumió la necesidad del partido en su famosa frase “El proletariado no dispone, en su lucha por el Poder, de más arma que la organización”. (Un paso adelante, dos pasos atrás) Lenin sostuvo que el partido es la forma superior de organización de clase y dirige al resto de las organizaciones de masas, que sólo el Partido proletario puede realizar la dictadura del proletariado y que el Partido debe estar integrado por un núcleo estable de revolucionarios profesionales con una amplia red de militantes. Este partido político debe identificarse con las masas y dar gran importancia a su iniciativa creativa en la realización de la historia; debe mantener un vínculo estrecho con las masas tanto en la revolución como en la construcción del Socialismo y el Comunismo.
La interpretación Leninista de la cuestión nacional se sitúa a un nivel cualitativamente superior. Lenin se enfrentó tanto al chovinismo de la nación opresora como al nacionalismo estrecho de la nación oprimida y trazó la política correcta del Partido del proletariado sobre la cuestión nacional, a saber, la completa igualdad de derechos de todas las naciones y el derecho de las naciones a la libre determinación, incluido el derecho de cada nación a la secesión y a la unión con otra u otras. Mostró cómo la cuestión nacional y colonial es parte integrante de la revolución proletaria mundial y cómo sólo puede resolverse mediante la eliminación completa del imperialismo en todo el mundo. De acuerdo con la Tesis Nacional y Colonial del camarada Lenin, los movimientos revolucionarios proletarios en los países capitalistas deben aliarse con los movimientos de liberación nacional en las colonias y países dependientes; esta alianza puede destruir la alianza de los imperialistas con las fuerzas reaccionarias feudales y compradoras en las colonias y en todos los países dependientes y, por lo tanto, inevitablemente pondrá punto final al sistema imperialista en todo el mundo.
Lenin desarrolló creativamente las ideas de Marx y Engels sobre una alianza de la clase obrera y el campesinado hasta elevarlas a la categoría de doctrina integral. Al tiempo que refutaba la línea de los mencheviques como Plejanov que defendían que el proletariado debía desempeñar sólo el papel de oposición de extrema izquierda y dejar el papel dirigente de la revolución democrático-burguesa en Rusia a la burguesía, y que los campesinos debían quedar bajo la tutela de esta última, Lenin formuló los planes estratégicos para ambas etapas de la revolución en Rusia del siguiente modo: “El proletariado debe llevar a término la revolución democrática, atrayéndose a la masa de los campesinos, para aplastar por la fuerza la resistencia de la autocracia y paralizar la inestabilidad de la burguesía. El proletariado debe llevar a cabo la revolución socialista, atrayéndose a la masa de los elementos semiproletarios de la población, para destrozar por la fuerza la resistencia de la burguesía y paralizar la inestabilidad de los campesinos y de la pequeña burguesía.” (Dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática).
En su análisis de las condiciones internacionales e internas de Rusia en la era del imperialismo, Lenin desarrolló, de esta manera, una teoría completamente nueva de las dos etapas de la revolución –la democrático-burguesa y la socialista-proletaria-, ambas indivisibles y dirigidas necesariamente por el proletariado.
El Leninismo se desarrolló en medio de una lucha implacable contra las distintas tendencias del oportunismo, tales como los revisionistas bernsteinianos, los narodniks, los economicistas, los mencheviques, los marxistas legales, los liquidacionistas, los kautskistas, los trotskistas, etc.. Lenin elaboró la táctica asumiendo el Marxismo no como un dogma sino como una guía para la acción. La deslumbrante claridad de las consignas tácticas y la sorprendente audacia de los planes revolucionarios de Lenin triunfaron sobre todas las fuerzas de izquierda en la Segunda Internacional y pusieron a las masas revolucionarias del lado de los bolcheviques.
Lenin consideró a los revisionistas como agentes del imperialismo emboscados entre las filas del movimiento obrero y dijo: “…la lucha contra el imperialismo, si no se halla ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo, es una frase vacía y falsa.” (El imperialismo, fase superior del capitalismo).
Tras el colapso de la Segunda Internacional durante la Primera Guerra Mundial debido a la traición de la mayoría de los partidos socialdemócratas, que aplicaron una política nacional chauvinista de “Defensa de la patria”, el camarada Lenin organizó la Tercera Internacional tan pronto como concluyó la guerra e hizo de ella un poderoso instrumento del proletariado internacional en su lucha contra el imperialismo.
Mientras el Marxismo es la doctrina de la época del desarrollo relativamente pacífico del capitalismo, el Leninismo es la doctrina de la era del imperialismo y de la revolución proletaria.
En su descripción de las condiciones en que surgió el Leninismo, el camarada Stalin dijo: “El leninismo se desarrolló y se formó bajo el imperialismo, cuando las contradicciones del capitalismo habían llegado ya a su grado extremo, cuando la revolución proletaria se había convertido ya en una cuestión de la actividad práctica inmediata, cuando el antiguo periodo de preparación de la clase obrera para la revolución había llegado a su tope, cediendo lugar a un nuevo periodo, al periodo de asalto directo del capitalismo.” Y que “el leninismo es la teoría y la táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la dictadura del proletariado en particular.” (Los fundamentos del Leninismo)
Las enseñanzas de Lenin sobre el imperialismo, sobre la revolución proletaria y la dictadura del proletariado, sobre la guerra y la paz y sobre la construcción del socialismo y el comunismo conservan todavía su plena vitalidad. La ciencia del Marxismo dio, de este modo, un salto cualitativo a la segunda y superior etapa del Marxismo-Leninismo en el curso de la revolución proletaria y la lucha contra los oportunistas de la Segunda Internacional en la etapa imperialista del capitalismo.
Primera parte: http://odiodeclase.blogspot.com/2011/05/pci-maoista-enarbolar-bien-alto-la.html
Segunda parte: http://odiodeclase.blogspot.com/2011/05/enarbolar-bien-alto-la-bandera-roja-del.html
Tercera parte: http://odiodeclase.blogspot.com/2011/06/pci-maoista-enarbolar-bien-alto-la.html
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