miércoles, 2 de junio de 2010

Gobierno hindú admite que cuerpo policial es "inadecuado" para luchar contra maoístas


Nueva Delhi, 2 jun (Agencias).- El ministro indio de Interior, P. Chidambaram, admitió hoy que el cuerpo policial del gigante asiático es "insuficiente" e "inadecuado" para afrontar la amenaza que supone la guerrilla maoísta.

En el discurso inaugural de un congreso policial en Raipur, capital del estado central de Chhattisgarh -donde los rebeldes tienen algunos de sus principales bastiones-, el ministro aseguró que el país necesita doblar "la capacidad de los centros de entrenamiento policiales en los estados, así como el número de hombres y mujeres reclutados cada año".

"Estamos preparados y dispuestos a prestar toda la ayuda posible para que Chhattisgarh sea capaz de superar los desafíos de seguridad", aseveró Chidambaram.

La guerrilla maoísta, conocida en la India como "naxalita", ha sido declarada la principal amenaza para la seguridad interna de la India por el primer ministro, Manmohan Singh, y tiene su principal cantera en el llamado "cinturón rojo", una franja del centro y este de la India donde mantienen numerosos campos de entrenamiento.

El ministro lamentó que la media de policías en la India sea "mucho más baja" de lo que marca la normativa internacional.

En el gigante surasiático hay una media de 160 policías por cada 100.000 habitantes, y en algunos estados como Bihar, Uttar Pradesh (norte) y Andhra Pradesh (sur) llega a ser, respectivamente, de 75, 115, y 125 policías.

Chidambaram indicó que en Chhattisgarh y Jharkhand, los dos estados más azotados por la violencia "naxalita", la proporción es algo mayor, de 205 policías por cada 100.000 personas, pero sigue siendo una cobertura insuficiente teniendo en cuenta el alcance de los últimos ataques.
"A menos de que la capacidad (de los centros de entrenamiento) sea aumentada, los estados no podrán cubrir el enorme número de vacantes" de puestos policiales, estimadas en 335.000, declaró el ministro.

Pero además, según Chidambaram, "el entrenamiento básico (de los agentes) no es adecuado para afrontar los nuevos desafíos a la seguridad, como el terrorismo, la insurgencia y el extremismo de izquierdas", en alusión a los maoístas.

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