viernes, 2 de septiembre de 2011

Comunicado del PCI (Maoísta) contra propaganda perversa de la reacción


Traducido por el CPI


PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)
COMITÉ CENTRAL


Comunicado de prensa
19 de agosto de 2011

¡ARROJAR AL CUBO DE LA BASURA TODA LA PROPAGANDA PERVERSA DIFUNDIDA POR LAS CLASES DOMINANTES Y LOS GRANDES MEDIOS DE COMUNICACIÓN CONTRA LA DIRECCIÓN MAOÍSTA!

En el momento actual, el movimiento revolucionario indio se enfrenta a numerosos y complicados desafíos, y su avance se produce a través del proceso de victoria-derrota-victoria. Con el objetivo de destruir por completo el movimiento revolucionario, las clases dominantes han desencadenado una cruel guerra represiva con el pleno apoyo de los imperialistas. Los fascistas indios están llevando a cabo esta guerra contrarrevolucionaria siguiendo en concreto la estrategia de Conflictos de Baja Intensidad [LIC, en sus siglas en inglés] formulada por los imperialistas estadounidenses. Desde 2009 en adelante en especial, el Gobierno de la UPA [“Alianza Progresista Unida”, en sus siglas en inglés], en coordinación con los gobiernos de los estados, está librando una guerra represiva de alcance nacional bajo el nombre de Operación Green Hunt. La pretendida estrategia de esta guerra injusta desencadenada contra el pueblo y dirigida por la banda de Sonia-Manmohan Singh-Chidambaram-Pranab Mukherji, es, según dicen, “la represión y el desarrollo” (léase represión contra el pueblo y desarrollo de las grandes empresas). Como parte de esta guerra, emplean la psicológica como arma estratégica; en ella, la propaganda perversa contra la dirección revolucionaria es un instrumento clave. El uso de los grandes medios de comunicación es uno de los principales recursos en esta guerra psicológica. Periodistas que representan los intereses del sector empresarial y pseudo intelectuales apologetas de la ideología de las clases dominantes participan activamente en esta guerra psicológica encargándose de la propaganda perversa.

La propaganda contrarrevolucionaria es tan antigua como el movimiento revolucionario. El Ministro de propaganda fascista alemán Goebbels, quien dijo que repetir una mentira cien veces la convierte en verdad, se ha reencarnado en la India en Sonia, Manmohan, Pranab Mukherji, Raman Singh, Naveen Patnaik, Nitish Kumar, Kiran Kumar, etc. Los fieles portavoces de éstos, como Arnab Goswamis y Chandan Mitras, dirigen esta repugnante campaña de diversas maneras a través de los medios de comunicación. Desde la propaganda que afirma que el marxismo ha quedado obsoleto hasta la que sostiene que han surgido enconadas diferencias entre los dirigentes maoístas, se vienen publicando y retransmitiendo, día tras día, noticias contra el movimiento revolucionario y su dirección que son absolutas mentiras, cuentos extravagantes, falsedades y verdades a medias. El único y principal objetivo de esta guerra psicológica es extender la confusión, el desánimo y la desconfianza en el pueblo y en las filas revolucionarias hacia la dirección maoísta, creando dudas, prejuicios y equívocos acerca de nuestro partido y sus dirigentes. Las clases dominantes y sus intelectuales lacayunos sueñan que, engañando al pueblo, podrán seguir explotándolo y aplicando sus políticas económicas proimperialistas sin oposición alguna. Algunos periodistas de esta categoría lacayuna forman uña y carne con los funcionarios de los servicios de inteligencia y se dedican a propagar porquería sobre el movimiento revolucionario maoísta a través de los grandes medios de comunicación. La singular mentira publicada bajo el título “Surgen enconadas diferencias entre las facciones del Partido Comunista de la India (Marxista-Leninista) [Guerra Popular] y el Centro Maoísta Comunista de la India (MCCI)”, aparecida en el Times of India el 17 de julio de 2011, es, sin duda, parte de esta guerra psicológica.

Esta noticia escrita por Rakhi Chakrabarthy al dictado de los servicios de inteligencia indios no sólo apunta contra los dirigentes maoístas; también ha creado falsamente “las facciones del PCI (Marxista-Leninista) [Guerra Popular] y el MCCI” y “profundas diferencias de opinión entre ellos” en el Partido. La unidad de estos dos partidos revolucionarios, que hizo realidad las tan ansiadas aspiraciones de los pueblos oprimidos del mundo y de nuestro país, así como las ricas experiencias de ambos al superar el periodo más doloroso de sus historias respectivas –periodo denominado “el Capítulo Negro”-, ha dado paso a otro glorioso en el movimiento revolucionario de nuestro país. Sólo los revolucionarios auténticos y llenos de generosidad y desinterés son capaces de aceptar públicamente sus errores, pedir disculpas al pueblo y trabajar con la firme determinación de no repetirlos. Por eso este proceso de unidad real ha entusiasmado al pueblo oprimido y a las filas revolucionarias de todo el mundo tanto como ha disparado la angustia y el miedo de las clases dominantes indias y de sus amos imperialistas. Cabe señalar que ese fiel criado de los imperialistas y primer ministro de la India, Manmohan Singh, describió en su día al movimiento maoísta, tras esta unidad histórica, como la mayor amenaza para seguridad interna [india]. Resulta también innegable que las clases dominantes intensificaron su ofensiva fascista a gran escala contra el movimiento revolucionario sólo después de esta unidad.

Es una vieja artimaña de las clases dominantes crear divisiones imaginarias entre los máximos dirigentes de los partidos revolucionarios para que el pueblo termine por creer que ni siquiera esos partidos servirán a sus intereses debido al arribismo y a las divisiones entre sus dirigentes. Se pueden citar incontables ejemplos de todas partes del mundo. Esta noticia del Times of India es un caso más de esa propaganda llena de mala intención en contra de nuestros dirigentes, personas que, de hecho, han consagrado decenas de años de sus vidas al servicio desinteresado del pueblo. Algunos de ellos se consumen ahora en la cárcel sometidos al trato inhumano del estado, sin la más mínima asistencia o el tratamiento médico adecuado a su edad. La dureza del estado para con nuestros dirigentes, que han sacrificado todo por la liberación del pueblo oprimido de nuestro país, está alcanzando niveles sin precedentes cada día que pasa. En cierto modo, este hecho no indica sino que el estado teme la creciente influencia de la política revolucionaria y que recurre, en vano, a todo tipo de artimañas para reducirla. Nuestro Partido rechaza por completo todas estas infamias dirigidas contra nuestra dirección y hace un llamamiento a las masas oprimidas y al campo revolucionario a no creer siquiera una palabra de ellas.

En el seno de todos los partidos revolucionarios auténticos se producen diferencias de opinión y matices discrepantes entre sus miembros en asuntos ideológicos, políticos, organizativos, militares, culturales, etc. Las diferentes ideas surgen en el debate y terminan conformando una mayoría después de que todos y cada uno de los miembros han expresado su opinión sobre dichas ideas. Se trata de un proceso democrático seguido por los partidos revolucionarios que los partidos de la clase dominante no pueden ni percibir ni entender. Un partido sólo puede mantener su contenido revolucionario por medio de esas discusiones y de la crítica y autocrítica, y no siguiendo ciegamente a este dirigente o a aquél, como en los partidos burgueses. Los revolucionarios se forjan en el crisol de la lucha de clases y en un proceso permanente de crítica y autocrítica. Los servicios de inteligencia tratan de distorsionar esta atmósfera sana que existe en el Partido haciéndola pasar por su exacto opuesto y tratando de confundir al pueblo y a las filas del Partido al difundir que existen diferencias enconadas en su seno y también en “las líneas del PCI (Marxista-Leninista) [Guerra Popular] y el MCCI”. Hacemos un llamamiento a los oprimidos del mundo y de nuestro país, a los demócratas y a las filas revolucionarias para que condenen esta propaganda perversa, para que la arrojen a la basura, para que permanecan en alerta ante estas artimañas del estado y para que mantengan con toda firmeza su solidaridad con el movimiento revolucionario.

Por último, en cuanto a las llamadas diferencias de “las líneas del PCI (Marxista-Leninista) [Guerra Popular] y el MCCI”, estimamos que basta con reiterar lo que el Secretario General de nuestro Partido, el camarada Ganapathy, dijo en una entrevista concedida a los medios de comunicación en octubre de 2010.

“... La lucha entre ideas correctas e ideas erróneas es un proceso continuo en el seno del Partido. Resolveremos nuestras diferencias de opinión ateniéndonos al principio del centralismo democrático y a la luz del Marxismo-Leninismo-Maoísmo, lo cual contribuirá al desarrollo del Partido. Hemos logrado una gran unidad con la fusión de los dos partidos. De ahora en adelante, cualquier debate o conflicto de ideas que se produzca en el Partido adoptará la forma de debate ideológico y político en el seno de un partido unido y no la forma de diferencias entre el antiguo MCCI y el antiguo PCI (Marxista-Leninista) [Guerra Popular]. Afirmamos categóricamente que las diferencias nunca jamás adoptarán la forma de los conflictos anteriores a la unificación.”

Abhay
Portavoz,
Comité Central,
PCI (Maoísta)

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