Miembros de organizaciones juveniles y estudiantiles en una manifestación la semana pasada en protesta por una violación
Una nueva ola de indignación contra las violaciones vuelve a sacudir a India.
La violencia contra la mujer en la India tiene un indudable carácter de clase pues la inmensa mayoría de las victimas son mujeres y niñas pertenecientes a las castas más bajas de la sociedad hindú, es decir se ceba sobre las niñas y mujeres pobres pertenecientes a las clases bajas.
Hace apenas unos días eran violadas y asesinadas dos adolescentes de 12 y 13 años, pertenecientes a la casta más baja, en una aldea del estado norteño de Uttar Pradesh, el más poblado del país.
Las dos chicas fueron agredidas por siete hombres y ahorcadas en un árbol de mango a las afueras de su pueblo. La imágenes de sus cuerpos sin vida y colgados de las ramas han dado la vuelta al país y han conmocionado a la sociedad india que, después de la violación en grupo y asesinato de una joven estudiante en Nueva Delhi en 2012, ha convertido estas agresiones en uno de los grandes debates sociales.
Esta violencia criminal contra las mujeres pobres cuenta con la complicidad y pasividad del Estado hindú. Así dos altos cargos del partido derechista hindú que gobierna actualmente —el mismo del recién elegido primer ministro Narendra Modi—, han restado importancia a estos crímenes. “Estos incidentes no se producen de manera deliberada. Ocurren por accidente”, declaró el ministro del Interior del estado de Chhattisgarh, Ramsevak Pakira.
Las violaciones “algunas veces están bien, algunas veces están mal”, declaró el viernes el ministro de Interior del estado vecino, Madhya Pradesh, Babulal Gaur; también miembro del BJP. Gaur aseguró que las violaciones solo pueden considerarse como un delito si se denuncian. Si no es así, dijo, es un asunto entre hombres y mujeres.
El Partido Bharatiya Janata (BJP) reacciona así ante la violencia y los crímenes que afectan a las mujeres de las castas bajas, con lo cual deja claro su complicidad y responsabilidad en estos hechos.
Hoy en la India se desarrolla una poderosa Guerra Popular protagonizada por las clases populares y dirigida por un auténtico Partido Comunista, el PCI (Maoísta), que tiene entre sus principales objetivos la liberación de la mujer como parte de la liberación de todas las clases populares. Dicha Guerra Popular es la mayor esperanza para las mujeres pobres de la India y el Mundo, y es un deber que las mujeres y oprimidos de todo el mundo la apoyen.
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